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29 junio 2008

Cuando pierdes algo, recuerda el karma

El viernes pasado fui al cine con mi mamá y mi hermano (quien por cierto no me habla, un día hago una entrada al respecto). La cosa es que yo todo el día había estado trabajando en la radio, y practicamente no había almorzado muy bien que digamos, así que tenía hambre. Mi hermano había comido antes, y como teníamos que topárnoslo para entrar juntos a la sala de cine, mi mamá me pidió el celular para llamarlo y ponernos de acuerdo (al de ella se le había ido la batería). Pasamos a un puesto de comida en los cines del Terramall para que yo pudiera comer, y cuando me acerqué para ver qué le iban a poner a mi emparedado......bueno, como que perdí el celular -///- O al menos a partir de ese momento me olvidé por completo de él.
Entramos al cine y vimos Get Smart (Super Agente 86). La película estaba genial ^^ y colaboró en que olvidara todos mis problemas: el hecho de que mi hermano me odia, el hecho de que tengo muchas cosas que hacer en la universidad, el hecho de que el capítulo 24 no estaba terminado del todo...y, para cuando llegamos a Tres Ríos Centro (o sea, estábamos lejos del cine) me acordé de mi celular, el cual no tenía en mi pantalón, y que no recordaba haberlo guardado en mi bulto. Y, efectivamente, ¡no tenía mi celular por ninguna parte ToT !
Mi mamá y yo nos devolvimos al cine, preguntamos en el puesto de comida, y preguntamos en la sala de cine. No estaba. Mi cel no estaba, ¡oh, por Dios, mi cel no estaba! En ese momento deseé con todas mis fuerzas que el buen karma se me devolviera. Una vez en Terramall nos habíamos encontrado un bolso con un súper mega Ipod, un súper mega celular, y creo que hasta una cámara había en el bolso. ¿Y qué hicimos? Lo devolvimos. Buscamos el centro de atención al cliente, y devolvimos el bolsito, a pesar de que todos sentíamos el deseo de quedarnos con las cosas. No me vengan a decir que soportar semejante tentacion es fácil. Sin lugar a dudas hicimos lo correcto, y en ese momento no pensamos en acumular buen karma, pero cuando perdí mi celular no pude evitar recordar que, de hecho, la ley kármica tenía que funcionar en ese momento. La cosa es que no funcionó ToT Mi cel no aparecía, y nos fuimos a mi casita sin el cel.
Hoy es domingo. Se habrán dado cuenta de que me sentía ya sin esperanza. Si el celular no fue devuelto de inmediato, ¿lo sería después? Bueno, creo que no....¡pero apareció! Hace poco recibí una llamada del terramall, y me dijeron que encontraron mi cel. Aparentemente, estaba en la sala del cine, y no en el puesto de comida, como mi mamá y yo supusimos.
¿Funcionó la ley kármica? Creo que sí. Alguien había perdido algo, y mi familia y yo ayudamos a que lo recuperara. Yo perdí algo, y otras personas en este mundo colaboraron para que yo lo pudiera recuperar. Agradezco tanto a los encargados de la sala del cine. Sé que debe ser difícil regresar las cosas extraviadas, y ciertamente estas personas tienen la oportunidad de hacerse de la vista gorda con los puestos que tienen. Gracias a Dios no lo hacen :D Ojalá que la ley kármica se les devuelva cuando más la necesiten.
Pero esta experiencia me enseñó algo:
1. No volver a dejar el celular en la bolsa del pantalón. Debo haberlo puesto ahí, y en medio de mis ataques de risa por la película, debió caerse.
2. Comprender que todo cuanto pasa es por una razón. Perdi el celular, pero pudo haber sido peor: pude haber sido asaltada a las afueras del cine sólo para que les diera el celular, y no sólo hubiera perdido para siempre el aparato, sino que me pudieron haber hecho daño, o herir a mi mamá o a mi hermano.
3. Hacer las cosas desinteresadamente, sin importar qué tan grande sea la tentación. Cuando devolvimos el bolsito, que suponemos que era de una chica adinerada y consentida (lo siento, creo que aún no lo he superado), no pensamos en que el universo nos devolvería el favor algún día. Sin embargo, lo hizo. A veces hacemos cosas buenas esperando que cosas buenas nos pasen, pero esto no está bien. Las cosas buenas te pasan si eres buena persona, y si eres buena persona, haces cosas buenas desinteresadamente. No es que yo sea la persona más magnífica que hay sobre la faz de la Tierra. Ciertamente, sé que no lo soy: soy una persona odiosa, arisca, grosera, mandona y demás, pero por suerte incluso yo sé reconocer entre lo correcto y lo indebido. Y por ello, otras personas reconocieron esta diferencia y gracias a ello tendré mi cel en mis manos mañana a las 7 de la noche, a más tardar. Es curioso que un aparato tan superficial (bueno, ni tanto, el mío ni cámara ni radio tiene, pero sí está muy bien cuidadito) pudiera recordarme tantos aspectos buenos de la vida, y que son necesarios recordar siempre. Ahora, cuando encuentre algo extraviado, sé que la tentación no podrá vencerme. Y no lo haré esperando que cosas buenas me pasen. Simplemente lo haré porque quiero que algo bueno le pase a la persona que en ese momento esté en el lugar en el que yo estuve, y logre salir de ésa con una buena experiencia y recordando cómo los elementos se mueven en este mundo para enseñarnos una lección. Quizá aprenda algo del Karma. Y bueno, también lo devolvería porque estoy en deuda con el Universo. Mejor sigo colaborando en sus planes.

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