Para que no se me pase (otra vez), aquí les traigo el preview del próximo capítulo a publicar.
Este me parece un capítulo muy importante, pues se revelan algunos detalles de la maldición Tonare. No obstante, temo no haber logrado un capítulo "ideal". Me parece que todavía lo puedo mejorar, pues me ha quedado algo... "sensible". Quizá demasiado. En fin, no termina de gustarme T_T
¿Por qué demonios se me ocurrió meter a Mark tanto en este volumen? Es algo que ni yo misma tengo claro aún, pero todo empezó porque apareció de repente en el prólogo. (Yo no lo había planeado, pero él apareció allí por arte de magia...). Así que voy a tener que jugar bastante con él, para hacer que todo tenga sentido, jeje... Me pregunto cómo saldrá eso...
¡Nos leemos el viernes!
Este me parece un capítulo muy importante, pues se revelan algunos detalles de la maldición Tonare. No obstante, temo no haber logrado un capítulo "ideal". Me parece que todavía lo puedo mejorar, pues me ha quedado algo... "sensible". Quizá demasiado. En fin, no termina de gustarme T_T
—Qué equivocado estás, Darius —susurró una voz a su lado—. ¿Es que no te das cuenta de que Drake se detuvo? Lo hizo. Se arrepintió.
Se arrepintió...
Se arrepintió...
Se arrepintió...
Darius alzó la mirada al escuchar el eco de esas palabras compasivas. Allí, inclinado frente a él, estaba un viejo y querido amigo.
—Se arrepintió, Darius —le dijo Mark—. Drake pudo haberte destazado, pudo partirte en dos y, sin importar lo que hicieran Connor o el agua de Anäel, habrías muerto. Pero se detuvo en el último momento. Drake no te mató. Todavía puedes salvarte. Todavía todos pueden salvarse.
¿Por qué demonios se me ocurrió meter a Mark tanto en este volumen? Es algo que ni yo misma tengo claro aún, pero todo empezó porque apareció de repente en el prólogo. (Yo no lo había planeado, pero él apareció allí por arte de magia...). Así que voy a tener que jugar bastante con él, para hacer que todo tenga sentido, jeje... Me pregunto cómo saldrá eso...
¡Nos leemos el viernes!
- Volumen 4: El Reino de las Arenas
- Capítulo 23: La daga no perdona
- Fecha de publicación: viernes 28 de setiembre, 2012
Luego Ryaul hizo visera con las manos para estudiar el panorama. Para los profetas, que eran extranjeros, el paisaje era exactamente igual a como lo conocieron hacía semanas. Pero para el arqueólogo había cambiado por completo. Nunca se había hallado muy bien en el desierto, pero había viajado mucho por su país y era capaz de distinguir una duna de otra. Sin embargo, ahora no podía diferenciarlas. El terremoto había sacudido el desierto de tal forma que todo estaba patas arriba.
Pero en ese momento no pensó en lo que hacía ni en lo conveniente que era que la arena se amoldara según sus necesidades, como si sus deseos le dieran forma. Lo único que importaba en ese momento, lo único que podía sentir, lo único que sabía era la daga. Debía enterrarla en el costado; clavarla y luego bajarla con un movimiento rápido y certero, romper el músculo, las pequeñas venas y arterias de la zona, el estómago y los intestinos. Después... nada importaría. Su misión estaría cumplida. El resto le daría igual.