Agosto fue un mes muy improductivo para mí, al menos en términos de escritura. ¡No pude terminar de escribir ni un capítulo! Aunque creo que me falta poco para acabar el 33.
Creo que me está costando mucho sacarme las palabras porque ya me falta poco para acabar la historia. Calculo que solo me quedan dos partes muy breves (de dos o tres capítulos cada una, creo). Ya con eso cerraría toda la historia de "Los hijos de Aesir", pero me parece que la idea de acabar me genera cierto bloqueo. Decir adiós me está costando más de lo que imaginé...
¡Pero lo haré! Procuraré cumplir con el plan original de acabar la novela este año, más porque me esperan muchas escenas que he anticipado por meses, como la que les adelanto hoy:
—Pero ella tuvo razón. Por eso me temía, como tío, Sigfrid y todo el mundo: soy una criatura de destrucción. ¿Por qué creyeron que podía salvar un Imperio con una Profecía? Todo, ¡absolutamente todo lo que me rodea cae en pedazos! Las villas krebins, Lahore, Masca, el Yggrdrasill, Connor, tú. El amo. —Sakti apretó el puño sobre la capa—. Si no nací para destruir el mundo, para destruirlo todo, ¡¿entonces para qué nací?!
—¡Para proteger a los que amas! Es lo que has hecho siempre.
¡Los espero este viernes para leer... ¡Leer más!
El canto del Dragón: ¡Terminada mi séptima novela!
-
El canto del DragónEs hora de que los Dragones elijan un camino para que el
mundo empiece a avanzar sin ellos. Sin importar lo que elijan, los tres
jueces ...