—Vash quizá no se recuperará para entonces... —dijo Garrow.
—... y aunque lo lograra, otro acompañante no nos haría ningún daño —murmuró Frigg.
—Y él tiene todo en su lugar —agregó Miriam con malicia—. Casi desearía que fuera lo opuesto a la escolta...
Darius arqueó ligeramente las cejas al estar completamente perdido en la conversación que tenían frente a sus narices y en la que, a todas luces, estaban hablando de él. Tampoco se sentía muy cómodo con que lo observaran como si fuera una pieza de ganado. Miró tentativamente hacia la salida de la casa, pero algo en su interior le impidió tan siquiera dar un paso. Era como si hubiese echado raíces.
—Chico... —murmuró Garrow.
—No, papá. No, por favor —pidió Njord, pero su padre la ignoró.
—En la mañana dijiste que estabas dispuesto a pagar lo que hicimos por ti si te necesitábamos. ¿Eran ciertas tus palabras? —Darius dudó por unos instantes.
—Sí, lo fueron.
—Quiero que pagues tu deuda. Dentro de unas semanas se celebrará el festival de verano. —Luego recordó que el muchacho que tenía al frente era verdaderamente joven y, que si de verdad no era el pervertido que Njord creía que era, entonces quizá era todavía algo inocente—. ¿Sabes qué es un festival de verano?
—Sí, una fiesta en la que los hombres... Ah... Oh... —Darius abrió mucho los ojos, miró a las chicas que tenía al frente y se sonrojó.
—Lo que voy a pedirte no es algo sencillo —prosiguió Garrow—. Necesito que seas un escolta para mis hijas.
El canto del Dragón: ¡Terminada mi séptima novela!
-
El canto del DragónEs hora de que los Dragones elijan un camino para que el
mundo empiece a avanzar sin ellos. Sin importar lo que elijan, los tres
jueces ...
No hay comentarios :
Publicar un comentario
¡Anímate a comentar! Gracias por visitar mi blog ;)