¿Recuerdan que hace unos meses escribí un capítulo titulado "Pudo haber sido diferente...pudo haber sido peor"? Pues, la verdad, ese capítulo refleja mi ideología acerca de las cosas buenas o malas que nos pasan. Por eso recurro a ese lema para hacer una última entrada ("última," digo yo) acerca de Raúl, el esposo de una amiga de mi mamá que murió hace poco.
En uno de los rosarios para él al que asisití, escuché de su esposa que el accidente en su negocio (una tienda en la que vendían artículos de decoración y otras cosas, como las esculturitas de cerámica que él hacía. La esculturita es una que él hizo como regalo de mis 15 años) ocurrió un domingo. Lucia dijo: "Raúl murió adicto al trabajo. Nada tenía que estar haciendo un domingo en la tienda. Era día del Señor, día de descanso. Si no hubiera ido, estaría vivo."
Es aquí donde entra mi teoría de que todo cuánto pasa es por una razón, y que debemos estar agradecidos por lo que sucede porque siempre pudo haber sido peor. Si Raúl no hubiera ido a la tienda el domingo, ¿el accidente hubiera ocurrido el lunes? Porque si el cilindro de gas (o lo que fuera) explotó, es porque estaba malo, no? De no haber entrado Raúl a la tienda el domingo y por alguna u otra razón utilizado el cilindro de gas ese día, probablemente el accidente hubiera ocurrido el lunes, con él, Lucía, y la clientela presentes. O sea, no sólo Raúl hubiera muerto, sino también otras personas. Por eso digo que pudo haber sido peor, no lo creen?
Desde mi punto de vista, Raúl bien vale la vida de al menos tres personas. Porque para que no murieran más individuos durante un accidente, algún lunes de julio, Dios prefirió llevárselo a él. Supongo que podemos decir que, con la muerte de Raúl, otras personas se salvaron. Su vida, definitvamente, valió otras 3, 4 ó 5 vidas más.
No sé porqué comparto esto con ustedes...quizá comenzemos a ver el lado bueno de las cosas, en lugar de lamentarnos por lo que sucede. Porque al fin y al cabo, las cosas siempre pueden haber sido diferentes: pudieron haber sido peor, mucho peor....
En uno de los rosarios para él al que asisití, escuché de su esposa que el accidente en su negocio (una tienda en la que vendían artículos de decoración y otras cosas, como las esculturitas de cerámica que él hacía. La esculturita es una que él hizo como regalo de mis 15 años) ocurrió un domingo. Lucia dijo: "Raúl murió adicto al trabajo. Nada tenía que estar haciendo un domingo en la tienda. Era día del Señor, día de descanso. Si no hubiera ido, estaría vivo."
Es aquí donde entra mi teoría de que todo cuánto pasa es por una razón, y que debemos estar agradecidos por lo que sucede porque siempre pudo haber sido peor. Si Raúl no hubiera ido a la tienda el domingo, ¿el accidente hubiera ocurrido el lunes? Porque si el cilindro de gas (o lo que fuera) explotó, es porque estaba malo, no? De no haber entrado Raúl a la tienda el domingo y por alguna u otra razón utilizado el cilindro de gas ese día, probablemente el accidente hubiera ocurrido el lunes, con él, Lucía, y la clientela presentes. O sea, no sólo Raúl hubiera muerto, sino también otras personas. Por eso digo que pudo haber sido peor, no lo creen?
Desde mi punto de vista, Raúl bien vale la vida de al menos tres personas. Porque para que no murieran más individuos durante un accidente, algún lunes de julio, Dios prefirió llevárselo a él. Supongo que podemos decir que, con la muerte de Raúl, otras personas se salvaron. Su vida, definitvamente, valió otras 3, 4 ó 5 vidas más.
No sé porqué comparto esto con ustedes...quizá comenzemos a ver el lado bueno de las cosas, en lugar de lamentarnos por lo que sucede. Porque al fin y al cabo, las cosas siempre pueden haber sido diferentes: pudieron haber sido peor, mucho peor....
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