Así que, con el ánimo de aplicar esas ideas, ¡les solicito su ayuda!
1- Fan Page.
Vaya. Muchas gracias. Creí que lo del fanpage no daría resultado, pero más de un lector me dijo que sí quería una página en FB de "Los hijos de Aesir". Me hacen falta ideas para el contenido del fanpage (además de las actualizaciones de la blognovela, claro), pero espero que me puedan dar sugerencias para hacer un espacio interactivo y entretenido.
Por el momento estoy trabajando en la portada del fanpage y quería ver... ¡si me dejaban colocar sus comentarios ahí! Así, cuando lleguen nuevos lectores (o eso esperamos, jeje), tendrán la oportunidad de conocer las opiniones de otros lectores del mundo aesiriano y si vale la pena iniciar la saga. Entonces, ¿me ayudan? ¿Me dejan colocar parte de sus comentarios ahí?
También me pueden dejar aquí (o por Facebook, mail o Twitter) nuevos comentarios para colocar en la cabecera del fanpage. ¡Se los agracería mucho! La idea es ir cambiando esa cabecera según la cantidad de comentarios disponibles para ese fin.
2- Sidestories
Ok. Esto les gustó, ¿eh? :D ¡Qué bueno! Para empezar a escribir las sidestories... ¡necesito que me den situaciones y personajes! Es decir, que me digan qué quieren que les cuente en esas sidestories. Por eso me pueden solicitar en un comentario en esta entrada (o por Facebook, mail o Twitter) la historia paralela que desean conocer.
¿Cómo? Muy fácil, solo incluyan en el comentario lo siguiente:
Personajes: (Personajes principales a los que quieren ver en el sidestory)
Situación: (La situación o el momento que quieren ver en la historia paralela)
¡Y listo! Les pongo un ejemplo:
Personajes: Enlil y Sigfrid
Situación: El día que se conocieron.
En el ejemplo anterior me pedirían que escribiera el sidestory de cuando nuestros dos Generales aesirianos se conocieron (*Aunque este no se vale, porque esa historia aparece en el quinto tomo de la saga, jeje*).
Y eso es. ¡Ojalá que me puedan ayudar para traer una nueva (y verdadera) era a la blognovela! Muchas gracias por el apoyo :D

Luego Ryaul hizo visera con las manos para estudiar el panorama. Para los profetas, que eran extranjeros, el paisaje era exactamente igual a como lo conocieron hacía semanas. Pero para el arqueólogo había cambiado por completo. Nunca se había hallado muy bien en el desierto, pero había viajado mucho por su país y era capaz de distinguir una duna de otra. Sin embargo, ahora no podía diferenciarlas. El terremoto había sacudido el desierto de tal forma que todo estaba patas arriba.
Pero en ese momento no pensó en lo que hacía ni en lo conveniente que era que la arena se amoldara según sus necesidades, como si sus deseos le dieran forma. Lo único que importaba en ese momento, lo único que podía sentir, lo único que sabía era la daga. Debía enterrarla en el costado; clavarla y luego bajarla con un movimiento rápido y certero, romper el músculo, las pequeñas venas y arterias de la zona, el estómago y los intestinos. Después... nada importaría. Su misión estaría cumplida. El resto le daría igual.








Ahora sí que es oficial. ¡La blognovela corre de nuevo y ya no hay nada que la detenga (o eso espero)! 
